- Museo Fray Pedro Bedón
Horario de atención: Lunes a viernes de 09:00 a 17:00; Sábados de 09:00 a 14:00
Para empezar a recorrer este museo, debemos hablar un poco sobre algunos hechos históricos. En 1541 habían transcurrido más de seis años de la fecha de la fundación de Quito, Durante este tiempo se había realizado ya la distribución de solares a los conquistadores, a los representantes del clero y las comunidades de franciscanos y mercedarios. El Padre Gregorio Zarazo obtiene del Cabildo un sitio para la edificación del convento.
La meseta comprendida entre las dos quebradas que descendían del Tejar se había brindado a la traza urbana de la población de acuerdo con el número de vecinos fundadores.
En 1581, sin embargo el arquitecto Francisco Becerra realiza los planos definitivos de la iglesia y convento.
Este convento posee 5 claustros, el Claustro principal en donde se pueden apreciar 11 columnas ochavadas a los cuatro lados del jardín central (total 44 columnas) para que sostuvieran el segundo piso del convento, este decorado con 5 retablos: Santo Tomás de Aquino, San Pedro, Santa Catalina, San Vicente Ferrer, y Santo Domingo. El Segundo Claustro funcionó por algunos años la Universidad Santo Tomás de Aquino regentada por la Orden la cuál contó con su Escuela de medicina en la actualidad Universidad Central, y posteriormente funciona el Colegio San Fernando, el Tercer Claustro en proceso de restauración, perteneció al Colegio San Fernando; el Cuarto Claustro es ocupado por los postulantes Dominicos o Casa San Luis Bertrán; y el Quinto Claustro por la Escuela Santo Domingo de Guzmán.
El Museo fue inaugurado como tal el 6 de noviembre de 1965, aprovechando la madera y tableros del piso del templo, siendo Prior el P. Luis Tipán Rojas.
En la Primera Sala, se encuentran pinturas y esculturas de los siglos XVII y XVIII en su mayoría de autores anónimos de la Escuela Quiteña y Europea y de su máximo representante Fray. Pedro Bedón, que ha sido organizado como parte del Convenio Ecua- Bel. Esta sala describe los inicios del convento de Santo Domingo, muestra esculturas de sus dos fundadores, San Francisco y Santo Domingo. Estas esculturas elaboradas por Francisco Albàn están fabricadas con la técnica del encolado.
Otra de las esculturas es la de Santo Domingo de Guzmán, realizado por Bernardo de Legarda, un gran maestro de la Escuela Quiteña. Todas estas obras de arte datan del siglo XVIII.
La primera escultura es de Santo Domingo de Guzmán del siglo XVIII, el cual funda una orden en 1216 de frailes mendicantes, dedicados a la enseñanza, predicación, y oración. Muere en 1221 y es canonizado en 1234: su tumba está en Boloña fue hecha por Nicolás Pissano y embellecida luego por Miguel Ángel. Su escultura está hecha en óleo sobre lámina de metal, con su atributo un perro blanco con negro el mismo que simboliza el sueño que tuvo la madre de Santo Domingo en días de dar a luz, en donde vio en sueños que su hijo iba a nacer de esa forma, con un una antorcha en el hocico que simboliza la predicación el mundo.
En toda la sala se encuentran diferentes obras como: El Mundo en Tinieblas (óleo sobre lienzo) Siglo XVIII de Francisco Albán, San Francisco de Asís y Santo Domingo de Guzmán (esculturas) Siglo XVII de la escuela de Pedro de Mena, Vestición del Beato San Reginaldo de Orleáns (óleo sobre lienzo) Siglo XVII del Padre Carlos, San Raimundo de Peñafort (óleo sobre lienzo) Siglo XVII, San Antonio de Florencia (óleo sobre lienzo) Siglo XVII, San Jacinto de Polonia (óleo sobre lienzo) Siglo XVII, Visión de Honorio III (óleo sobre lienzo) Siglo XVIII de Francisco Albán, Santo Tomás de Aquino (óleo sobre lienzo) Siglo XVII, Santo Tomás de Aquino (escultura) Siglo XVIII,Santa Catalina de Siena ( óleo sobre lienzo) Siglo XVII, San Alberto Magno (óleo sobre lienzo) Siglo XVII, San Vicente Ferrer (óleo sobre lienzo) Siglo XVII , Santo Tomás de Aquino- Fuente de Sabiduría (óleo sobre lienzo) Siglo XVIII y Santa Inés de Montepulsiano (óleo sobre lienzo) Siglo XVII.
En la Segunda Sala, todas las obras poseen una gran sincretismo, es decir las piezas poseen tanto una tradición indígena como simbología de la fe católica; es posible hallar influencia árabe ya que los españoles fueron invadidos por los árabes y por esta razón las esculturas tenían esas características. En esta sala se encuentran varias esculturas con ojos de vidrio, que fueron talladas en madera y cubiertas con pan de oro. Aquí podemos observar obras del siglo XIX el cual fue la etapa de la decadencia de la Escuela Quiteña ya que ocurrió la época de la independencia y todo el presupuesto fue utilizado para la guerra. Una pieza que muestro el ejemplo de la decadencia es la de San Pedro Mártir; es una obra simple que posee un tallado rústico. Es así que tenemos a San Vicente Ferrer (óleo sobre lámina de metal) Siglo XVIII de Francesco Guerrini, San Alberto Magno y Santo Tomás de Aquino (óleo sobre lienzo) Siglo XVIII del taller de Francisco Albán, San Vicente Ferrer (Escultura) Siglo XVIII, San Vicente Ferrer predicando y curando enfermos (óleo sobre lienzo) Siglo XVII, Cariátides y Atlantes (Escultura)Siglo XVII, San Sebastián (Escultura)Siglo XVII, San Pedro Mártir de Verona (Escultura) Siglo XIX, Día del Juicio Final (óleo sobre lienzo) Siglo XVIII, y la Virgen del Rosario redimiendo a una Santa (óleo sobre lienzo) Siglo XVIII.
En la Tercera Sala, se puede apreciar a Fray Pedro Bedón (óleo sobre lienzo) Siglo XVII (1621) de Fray. Tomás del Castillo. El padre Bedón se convirtió en el padre de la escuela de arte en Quito, a su vez fue considerado como el primer pintor muralista.
Además en esta sala se encuentran varias obras que fueron realizadas por el Fray Pedro Bedón. Entre sus trabajos más importantes encontramos: los Libros Corales que poseen una decoración vegetal y una pasta de cuero. Estos libros fueron elaborados en el año de 1688.
Se puede observar cuadros de Miguel de Santiago como La Trinidad, también la escultura más destacada de Bernardo de Legarda, la Virgen de Quito. Además otras obras como: La Virgen de la Escalera (óleo sobre lienzo) Siglo XVIII, La Coronación de la Cruz (Estandarte)Siglo XVIII, San Pedro Mártir de Verona (óleo sobre madera)Siglo XVII de Fray. Pedro Bedón, La Virgen del Rosario y Santos Dominicos (óleo sobre lámina de metal)Siglo XVIII de Fco. Guerrini, San Nicolás de Tolentino (óleo sobre lienzo) Siglo XVII del Fray. Pedro Bedón, San Juan de Dios(Escultura) Siglo XVIII de Bernardo de Legarda, Virgen del Rosario con San Francisco y Santo Domingo(óleo sobre lienzo) Siglo XVIII, Dulce Nombre de Jesús (óleo sobre lienzo) Siglo XVIII, Inmaculada (óleo sobre lienzo)Siglo XVIII, Divina Parentela (óleo sobre lienzo)Siglo XVIII, Inmaculada Eucarística (óleo sobre lienzo)Siglo XVII de Miguel de Santiago, Bendición de Mártires Dominicos (óleo sobre lienzo)Siglo XIX de Brígida Salas y la Virgen de las Lajas (óleo sobre piedra) Siglo XVIII donde Fray Pedro Bedón plasma en una piedra la imagen en miniatura de la Virgen de las Lajas, similar a la que pintó en el santuario ubicado en tierras Colombianas.
En la misma sala se encuentran las Cascullas que se las utilizaba para los actos litúrgicos de la Iglesia, eran bordados principalmente por las monjitas de Claustro, tienen un peso aproximado de 25 libras. Los Limosnero (bronce, plata, lámina de metal) utensilios que servían para recoger las limosnas de los fieles, está representada sobre una lámina de metal. La espada de acero que el presidente Gabriel García Moreno donó y un rosario elaborado con concha perla y plata.
La Sala de Profundis que viene de profundo lugar donde los sacerdotes meditaban antes de ingresar al comedor. Aquí se encuentra una pintura que fue sacada del interior de la iglesia es por ello que tiene una forma rectangular y representa el cobijamiento de la virgen a los dominicos, una particularidad de esta pintura es que a su lado izquierdo se encuentra Sebastián de Ávila persona quien manda a realizar la pintura cuya condición era que el también aparezca en el cuadro por eso lo encontramos aquí.
Por último, este es el Refectorio, lugar donde antiguamente los sacerdotes se reunían a comer. El techo es de madera y se lo denomina Artesonado, posee pinturas que revelan la vida de Santa Catalina de Siena. Alrededor de estas pinturas se encuentran los 54 mártires que murieron por tratar de evangelizar y difundir su religión en diferentes partes del mundo. Este refectorio tiene un púlpito que lo utilizaban para leer la Biblia mientras los demás comían, se decía que “mientras comía el cuerpo, el espíritu también lo hacía”, además de la sillería compuesta por altos relieves que fueron elaborados en el siglo XVI.
Conoce las joyas artísticas coloniales que posee el Museo a través de este video:
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