lunes, 11 de mayo de 2015

Complejo Arqueológico Tulipe

  • Complejo Arqueológico Tulipe
Dirección: Tomé la vía Calacalí- La Independencia hacia el noroccidente de Quito, tomé el camino identificado con un letrero hacia Tulipe, luego de pasar el Pueblo de Nanegalito.
Horarios de atención: Miércoles a domingos de 09:00 a 17:00




El centro arqueológico de Tulipe está situado a 70 km. al noroeste de Quito, dentro de la Parroquia de Nanegal, provincia de Pichincha.

En este espacio del callejón interandino se ubicaron los antiguos pobladores de Tulipe, palabra originaria del idioma quitu-cara que significa "agua que baja de las tolas". Tulipe, según los estudios realizados, corresponde al periodo de integración y su principal desarrollo data del 800 al 1660 d.C., época en la que se constituyó como un importante centro religioso en el que se celebraban las ceremonias más representativas del pueblo yumbo. Pero hay que tener especial cuidado con esta cronología ya que de acuerdo al análisis arqueológico de Tulipe también se encuentran evidencias de dos épocas más: el Formativo, y el período de conquista Inca.


Los asentamientos o aldeas de esta cultura se extendieron en Nanegal, Pacto, Gualea, Mindo, Cachillacta, Bolaniguas, Cocaniguas, Nono, y se considera que sus límites llegaban a las costas del Ecuador y se extendían hasta las estribaciones occidentales de la cordillera.

Los yumbos tenían una organización social sumamente parecida a los señoríos étnicos de la Sierra del Ecuador, caracterizados por la presencia de clases marcadas y por la división del trabajo.

El actual sitio arqueológico está conformado por siete estructuras hundidas en el suelo y dos recintos conocidos con el nombre del “baño del Inca”, además de escalonados de piedra, petroglifos en los ríos aledaños y caminos comunicantes.



Los espacios hundidos semejan piscinas que fueron usadas como espejo de agua. En total son siete estructuras cavadas en la tierra, recubiertas con mampostería de piedra con formas rectangulares y semicirculares, que se encuentran ubicadas de tal manera que forman una cruz horizontal.

Hay además una estructura poligonal de veinte lados, a la que llegaba el agua desde otro depósito de forma cuadrada. La séptima piscina está alejada de las demás y se llega a ella por un sendero natural de 1 Km. Las piscinas constan de gradas de acceso, canales y acometidas de agua.

Los hundimientos artificiales mencionados eran un centro ceremonial, en el que el agua constituía un elemento ritual, un elemento sagrado por ser fuente de vida. El agua también era usada en los actores religiosos más importantes como los de iniciación, purificación y fertilidad.

Todos estos datos apuntan a que los yumbos tenían una organización bien definida de los espacios, unos fueron destinados para la vivienda, otros para la agricultura y los hundimientos encontrados para prácticas religiosas. También se han hallado restos de cerámica y unas dos mil tolas o pirámides truncadas de hasta 20 metros de altura formadas con acumulación de tierra. Algunas de ellas constan de rampas y escalones. Estas tolas yumbas servían para determinar el control del territorio y la jerarquía social de quien las ocupaba. También se ha encontrado evidencia de que hay variantes de unas a otras, algunas tiene plataformas cuadradas, otras rectangulares y unas pocas ovoidales. También se dice que fueron construidas como sitios de observación astronómica, de prácticas religiosas y en muy pocos casos cumplían una función funeraria.

Por las características de los descubrimientos realizados, los arqueólogos han podido inferir que los yumbos fueron un pueblo milenario, que desarrolló tecnología para controlar su medio ambiente y que además ya realizaba intercambios comerciales con otras regiones.

Estas afirmaciones se sustentan en los senderos descubiertos que evidencian que los yumbos construyeron una gran red de caminos hacia la Costa, senderos que aún se pueden observar y que en su época fueron las vías de comercio entre la Sierra y la Costa del actual Ecuador. 

Estos senderos o culuncos fueron cavados en la tierra para darles cierta profundidad. Entre los culuncos encontrados en la zona están los que comunican a los espacios habitacionales, zonas de cultivos y centros ceremoniales de la población yumbo.




Otro atractivo arqueológico son los petroglifos (gráficos grabados en piedra) encontrados en la quebrada de Chiriape y otras que circundan Tulipe. No se ha encontrado un vínculo entre los petroglifos y los otros restos arqueológicos aunque si se los considera de manera generalizada como símbolos típicos de las culturas americanas, que generalmente tenían un significado cosmológico.



A través de este espacio arqueológico conocido como el Valle Sagrado de Tulipe, es posible aproximarse a los vestigios de este pueblo extraordinario. En los lechos de los ríos aledaños también puede observar los petroglifos antes mencionados los cuales muestran complejas figuras, algunas de las cuales se observan también en las piscinas. El Centro de Interpretación del Pueblo Yumbo fue inaugurado en 2007 y ofrece, además, un espacio de montaje multimediático sobre el pueblo yumbo que incluye una réplica de uno de los petroglifos, una maqueta que muestra los dominios de los yumbos y otros recursos audiovisuales. Durante la visita, es posible caminar junto a las piscinas y recorrer una estructura circular aledaña que tuvo funciones ceremoniales específicas.


En el sitio arqueológico y en la zona boscosa de la región también puede observar el bosque húmedo con una rica flora que consiste en especimenes tales como el pambil, la tagua, el aliso, la guadúa, además de plantíos, frutales y gran variedad de orquídeas. Muy cerca está la comunidad de Tulipe.

Para complementar esta información me permito compartirte este documental acerca de Tulipe:
















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